viernes, 19 de noviembre de 2010

Finales alternativos-Parte 2-

Segundo final


“Iremos a verla-dijeron las tres a coro-. Iremos mañana mismo.”
                                                                       Ulises, Silvina Ocampo.

            Al otro día fui a la casa de Ulises antes de que regresaran sus tías. Pude comprobar cómo iba envejeciendo. Supuse que se debía a que sus parientes habían conseguido el filtro que anulaba el que mi amigo utilizó primero.         Pero lamentablemente para mí y para mi compañero, el último elixir parecía ser más fuerte, pues sus rasgos se mostraban más marcados, su voz sonaba más ronca y su discurso más apesadumbrado.
            Los días fueron pasando, idas y venidas; mi Ulises se debatía entre la niñez y la vejez en una batalla sin igual y despareja: él no contaba con suficiente dinero como para poder costear todos los filtros necesarios para ganar. Me dio mucha pena verlo perder, tan obstinado como era no vio venirse el final de su historia, no vio cómo el tiempo lo aplastaba hasta hacerlo chato.
            El último día que lo vi, el pobre tenía tantas arrugas que comenzó a contagiar a su entorno: su ropa que estaba recién planchada se convirtió en un montón de tela ondulada, sus cabellos se enrularon, sus palabras caían en cascada hacia la nada absoluta e iba dejando un rastro de arrugas por doquier. Sus tías, sus malvadas tías, llegaron a nuestro encuentro y nos soltaron grandes, largas y atronadoras carcajadas. Su sobrino se estaba derritiendo, y ellas se reían. En un instante me tocó la mano y me transmitió su malestar. Me fui envejeciendo, pero lo peor fue que no nos morimos.
            Ulises partió hacia Francia, donde parece que existe una adivina más poderosa y lo que es más importante, le pide menos dinero; tan sólo un beso de primavera. Mientras tanto yo, cada vez estoy más horizontal, encorvado. Sus tías pasan todos los días en frente de mi casa, se mofan de mí. Sin embargo, yo espero el día en que vea a mi amigo volver triunfante y seamos como niños otra vez. 

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