jueves, 21 de octubre de 2010

Soy un engaño. Soy un diamante que se diluye bajo la lluvia, un castillo imponente de barro. Soy un prisionero sin cadenas, una espada sin filo, un arma sin balas. Soy el exterminador de lo inerte, el sabio de lo más obvio. Soy una risa de compromiso, el amor de un psicópata, la culpa del vanidoso. Soy una lágrima opaca sobre una mueca alegre. Soy la luz de la luna y la sombra de un eclipse. Soy el fatalismo y la esperanza, la tolerancia, un estoico hedonista. Soy el arché en el ombligo, la voluntad paralítica, el poder desmedido. Soy un orzuelo en los labios, una llaga en el párpado. Soy la visita inesperada, un café a medianoche, mil ideas nunca escritas, una pesadilla con final feliz. Soy la causa sin efecto, la justa ocasión de la imprudencia. Soy un dios impotente, terrenal, el herrero del cielo invertido.
Soy perverso y mentiroso, ¡Pero soy un creador! Soy un artista que le da sentido a su vida, que corre campo a través bajo ningún cielo, sin metas, sin final, sin gloria; pero sabiendo que cada golpe al trote bajo mis pies son los tambores repicando del ardor dentro de mí que forja su camino. Es lo que me eleva por sobre el populacho, la conciencia de mi farsa, la seguridad de mi verdad. Tengo luz propia, y calor! Un calor que no se apacigua nunca y que alimenta hasta a mis enemigos.
He quemado el velo de Maya y no vislumbré nada nuevo tras él, es más, mis instintos gritan con más pasión por su liberación. Soy un dios, soy fuego y soy poder; soy la verdad de mi vida y podría serlo de la tuya si no posees la fuerza necesaria.
Esto es lo que soy...aunque sea sólo un engaño.



 


1 comentario:

  1. Hola engañoso ser
    Me gusta el castillo imponente de barro y otras imágenes. Pero creo me parece que está medio alargado.
    No engañes mucho o te irás al infierno (hay que prevenirse)
    Hastaluegón!

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