Responder a la primera pregunta es sencillo, pues como casi todo, nació de la casualidad. Muchas tardes-noches de lectura en Casa Tomada con la sola compañía de un libro y una música que cooperaba con la lectura, hicieron que una idea creciera en mí: este lugar es perfecto para la actividad-la lectura- sería muy bueno, además, leer y escuchar lo que otros escriben. Luego de un tiempo realicé las averiguaciones pertinentes y al darme cuenta de la ausencia de un taller literario o alguna actividad relacionada, me decidí a proponerla. La sugerencia fue aceptada plácidamente y en junio estos "encuentros literarios" comenzaron.
En las primeras ocasiones me ví un tanto desalentado por la poca concurrencia a estos eventos semanales. Les comentaré que soy una persona de fácil frustración. Pero luego un pequeño grupo pero no por eso dotado con poco valor se formó. Doy fé-eso lo dice un escéptico- que no estoy rodeado solamente de personas que escriben bien, sino que también son excelentes personas.
Ahora trataré de responder a la segunda pregunta. Generalmente, pero no siempre, los que tenemos la afición de escribir somos almas solitarias. Pero les adelantaré que la confluencia de estas extrañas "almas solitarias", suele ser muy placentera.
¿Qué hacemos cada semana? Leemos a autores que son de nuestro agrado, proponemos temas para escribir, extraemos consejos de escritores de sus libros, pero por sobre todo nos vinculamos. Si bien la idea original fue compartir un tiempo hablando de y haciendo literatura, lo más importante es crear vínculos. En relaciones amistosas los consejos y críticas son mejor recibidas.
Si estás leyendo esto y no escribes, pero te gusta mucho leer y te interesaría presenciar estos encuentros eres bienvenido.